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domingo, 27 de octubre de 2019

Carrera Nocturna de Toledo 2019 - La Crónica.

El pasado 19 de octubre tuvimos la oportunidad de asistir a la 12ª edición de la famosa Nocturna de Toledo, una prueba de 8 kilómetros aproximadamente que recorre todo el casco histórico de esta ciudad manchega.


El plan era evidente, pasar un día de turisteo por Toledo, visitar su cultura y probar su gastronomía.

Desde el Mirador del Valle.

Postureando lo que se puede y más.

Con Yolanda, Silvia e Isa.

Estas calles nos verían correr en pocas horas.

Parada técnica a comer.






Vista de la catedral de Toledo.




 Un día plagado de fotos, risas cultura y gastronomía que íbamos a coronar a lo grande, corriendo a las 20:30 horas por las calles más emblemáticas de la ciudad junto a otras 4000 personas.

Minutos previos con César y Mónica.

Yolanda, Mónica, César, Isa y Silvia.



La foto de familia con los #MAPOMArunners
Minutos antes del inicio de la carrera Isa y Silvia se marchaban al punto de encuentro que habiamos establecido en el recorrido, más o menos en el kilómetro 6,5 de la prueba y ya sólo quedaba posicionarnos y esperar el pistoletazo de salida.

Nada más darse la salida aparece un invitado anunciado aunque inesperado dado como se había dado el día.... la lluvia. Y de que manera, haciéndonos recordar lo vivido en el Maratón de Madrid de 2015... un aguacero increíble que tornaba la carrera complicada y peligrosa, y el otro factor que hacía más difícil la carrera, la masificación, que ya de por sí se hacía evidente dadas las dimensiones de ciertas calles y los giros, más complicado aún con un suelo de piedra mojado y resbaladizo.

Aún así la prueba la salvamos no sin ciertas dificultades y parones. Uno enorme en la entrada a la plaza de toros, que lejos de ser una entrada majestuosa se terció en un atasco de corredores a la entrada y en medio de la plaza para salir y el posterior tobogán de arena mojada que se mezcló con los adoquines de la salida y que se cobraron varias caídas y otro parón inoportuno en la entrada a uno de sus puentes más emblemáticos que afeaba bastante la carrera y el ritmo de la misma.

Al final pudimos celebrar la consecución de una nueva medalla...

Empapados hasta las pencas pero contentos.

Una nueva experiencia, carrera nocturna y acuática.
Lo mejor del día, sin duda la visita  la ciudad, de la carrera, el ambiente previo.
Lo peor, la masificación de gente, quizá una salida por oleadas, y no sólo dos grupos habría facilitado mucho las cosas a los corredores y a la propia organización.

Muy complicado repetir en esta prueba.