El pasado 19 de octubre tuvimos la oportunidad de asistir a la 12ª edición de la famosa Nocturna de Toledo, una prueba de 8 kilómetros aproximadamente que recorre todo el casco histórico de esta ciudad manchega.
El plan era evidente, pasar un día de turisteo por Toledo, visitar su cultura y probar su gastronomía.
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Desde el Mirador del Valle. |
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Postureando lo que se puede y más. |
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Con Yolanda, Silvia e Isa. |
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Estas calles nos verían correr en pocas horas. |
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Parada técnica a comer. |
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Vista de la catedral de Toledo. |
Un día plagado de fotos, risas cultura y gastronomía que íbamos a coronar a lo grande, corriendo a las 20:30 horas por las calles más emblemáticas de la ciudad junto a otras 4000 personas.
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Minutos previos con César y Mónica. |
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Yolanda, Mónica, César, Isa y Silvia. |
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La foto de familia con los #MAPOMArunners |
Minutos antes del inicio de la carrera Isa y Silvia se marchaban al punto de encuentro que habiamos establecido en el recorrido, más o menos en el kilómetro 6,5 de la prueba y ya sólo quedaba posicionarnos y esperar el pistoletazo de salida.
Nada más darse la salida aparece un invitado anunciado aunque inesperado dado como se había dado el día.... la lluvia. Y de que manera, haciéndonos recordar lo vivido en el Maratón de Madrid de 2015... un aguacero increíble que tornaba la carrera complicada y peligrosa, y el otro factor que hacía más difícil la carrera, la masificación, que ya de por sí se hacía evidente dadas las dimensiones de ciertas calles y los giros, más complicado aún con un suelo de piedra mojado y resbaladizo.
Aún así la prueba la salvamos no sin ciertas dificultades y parones. Uno enorme en la entrada a la plaza de toros, que lejos de ser una entrada majestuosa se terció en un atasco de corredores a la entrada y en medio de la plaza para salir y el posterior tobogán de arena mojada que se mezcló con los adoquines de la salida y que se cobraron varias caídas y otro parón inoportuno en la entrada a uno de sus puentes más emblemáticos que afeaba bastante la carrera y el ritmo de la misma.
Al final pudimos celebrar la consecución de una nueva medalla...
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Empapados hasta las pencas pero contentos. |
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Una nueva experiencia, carrera nocturna y acuática. |
Lo mejor del día, sin duda la visita la ciudad, de la carrera, el ambiente previo.
Lo peor, la masificación de gente, quizá una salida por oleadas, y no sólo dos grupos habría facilitado mucho las cosas a los corredores y a la propia organización.
Muy complicado repetir en esta prueba.