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miércoles, 26 de agosto de 2015

Vacaciones goooordas!!!

No soy de comentar en profundidad las vacaciones, mayormente porque tampoco son nada del otro mundo, y digo normalmente, porque las que hemos realizado este verano se han salido totalmente de madre y merecen mención aparte.

Si lo resumimos en números nos daría una combinación parecida a esta: 4500-4-10-12. Esto,así dicho no dice nada a simple vista ni a los mayores amantes de los números, ni siquiera a los poseidos por las series, pero si a esos números les añadimos las palabras: Kilómetros, países, ciudades y días la cosa cambia y se hace bastante más atractiva.

Pues sí amigos, 4500 kilómetros de coche, 4 países, 10 ciudades y 12 días invertidos para disfrutar de unas vacaciones para el recuerdo.

El día 2 de Agosto poníamos rumbo a París, ciudad donde pasaríamos dos noches y visitaríamos durante la jornada del día 3.

Desayunando en el centro...


Visitando Notre Dame

El Sena

El Louvre...

Y por supuesto...

La Torre Eiffel.

Tras la intensa jornada el día 4 poníamos rumbo a Alemania, concretamente a la localidad de Moers, lugar donde asentariamos nuestra base de operaciones durante la semana siguiente. El día después  podíamos visitar Moers y Duisburgo, una preciosidad de ciudades.

En Moers.


Metro de Duisburgo.

Duisburgo.
Como desde Moers planteamos un radio máximo de 200 kilómetros para visitar emplazamientos cómodamente en el día elegimos Amsterdam para pasar la jornada del día 6 allí.


Quemando la cámara nada más llegar a la ciudad.

Su arquitectura espectacular.



Un crucero por sus canales.
Visitamos sus queserías.
E hicimos el ganso con Chuck Norris.

El día 7 pusimos rumbo a Bruselas, ciudad mucho más tranquila y sobria...

Pudimos visitar el Atomium

El mercado de Abastos de la ciudad.

La Gran Place.




Y el Manneken Pis.




Ya en fin de semana (días 8 y 9) los dedicamos al turismo más cercano a Duisburgo...

Visitamos Colonia y su inmensa catedral.

Las vistas de la ciudad desde la catedral.

En Bonn vimos la zona de influencia cuando era capital del país.

En Bruggen disfrutamos de extraordinarias vistas.

Incluso de un molino de agua en funcionamiento.

Y en Herten de un concurso de pintura urbana.

La jornada del día 10 la dedicábamos a tomarnos un respiro y a entrenar un poco en un entorno inigualable.



Y el día 11 poníamos rumbo a Madrid, eso sí, con escala, esta vez en Burdeos, donde pasaríamos dos noches y una jornada completa para ver cosas como estas:

Una puesta de sol muy chula...
La basílica de St. Michel.
La Catedral de Burdeos.


El Puente de Piedra de día...

Y de noche...
El Gran Teatro de Burdeos de día...

Y de noche...

Y por supuesto el espejo del agua de día...



Y también de noche.

El día 13 volviamos a casa con la mochila llena de kilómetros, vivencias y fotos, esta es una pequeña muestra de todo lo vivido. Unas vacaciones inolvidables y terapéuticas.

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