Llegaba ayer domingo a la Casa de Campo a afrontar uno de esos diez miles con pedigrí que aún no había disputado.
Todos los comentarios de amigos y blogueros eran muy positivos sobre esta carrera y por casualidad encontré inscripciones a una semana de su celebración y no me lo pensé aún siendo (insisto) una distancia que ya no llama, aunque, dada la climatología, el ambiente y el mero hecho de correr en la CdC ya era atractivo.
El chasco mayor me lo llevé con la organización. Aparecía el dorsal pero no el chip, me mandan a incidencias, de incidencias a otro extremo de las mesas y así hasta que casi casualmente me topo con el portador de los "tupper" que contenían los dichosos chips, que a punto estuve de pasar de él, pero bueno...
Al terminar la primera odisea con la organización saludo a
Abe del
Nunca correrás solo y nos explicamos las estrategias a seguir en este tipo de competición ;-) que grande eres compañero. Después visita al Urogallo donde coincido con la manada Gacelera,
Belén y
Rafa de
Canalillo Garden con los que comparto buena charla y café.

Cuarenta minutos antes del inicio del evento me dirijo al coche a terminar de realizar el protocolo habitual pre-carrera y vuelvo a la zona de salida para calentar con las Gacelas y con
Tania con la cual terminé compartiendo buena parte de la carrera.

La segunda odisea con la organización nos esperaba en la línea de salida, tras quince minutos de retraso de la hora de comienzo nos anuncian por megafonía que la carrera se va a aplazar en su inicio otros quince minutos debido, al parecer, a problemas técnicos que están sufriendo al simultanear la carrera de diez kilómetros con otra de cinco, experimento que hacen este año por primera vez con lo cual volvemos a calentar unos minutos más a la espera de que se dignen a dar el pistoletazo de salida. Una pena de organización.
La carrera una vez iniciada transcurre casi según lo previsto, salvando los primeros conos en la estrecha salida como siempre masificada por demasiados corredores en estas carreras, y la tercera faena de la organización que al poco de atravesar el kilómetro dos aparece con un hombre voceando con un cartel que en ese mismo punto la carrera de cinco kilómetros se desvía a la izquierda provocando tropiezos, confusión y algún que otro cabreo.
A partir de ese segundo kilómetro la carrera se abre más y se comienza a correr más suelto, haciendo la goma con
Tania en alguna ocasión y perdiéndola de vista en cierto punto hasta la meta. Corrí cómodo y con buenas sensaciones, no las mejores, pero si buenas, la temperatura y la humedad acompañaban para hacer un diez mil cómodo y disfrutarlo y así fué. El crono final 48:56, después despedida con Tania tras la cuarta parte del episodio de despropósitos con la organización y las exageradas esperas en la recogida de la bolsa.
Resumiendo, carrera para disfrutar cualquier día del año, gratis y sin una organización que deja mucho que desear, lo mejor, el encuentro con blogueros amigos y las sensaciones al finalizar la carrera.